Llevas tiempo queriendo hablar con Zindel, pero nunca estaba de buen humor. Así que, finalmente, has venido a verle.
Lamento mucho que te preocuparas por mí. He estado dándole muchas vueltas, y me he dado cuenta de que todo el mundo me ha estado ayudando mientras yo me sumergía en mi miedo y te dejaba todo el peligro.... Zindel sonríe avergonzado.
No poseo tanto poder por nada... es algo que indica que tengo que proteger a mi tribu. Pero no podremos conseguir que el ejército de nuestro Gran Sabio y los oficiales de Carso cambien de idea. ¡Tenemos que derrotarles por nuestra propia seguridad!.
Cuando todo termine, quiero encontrar un lugar seguro para mi tribu, y espero que no tengamos que volver a vivir dominados por el miedo. Zindel mira a lo lejos.