Mamá ya no me deja ir a jugar con los búhos, dice Fin con aire decepcionado.
Dice que esa zona está llena de bandidos Robu y tiene miedo de que me secuestren.
¡Ah, un momento! Si alguien ahuyentara a esos bandidos, seguro que me dejaría volver a jugar con ellos.
¿Harías eso por mí? ¿Por favor? ¿Por favor?, insiste Fin, pestañeando y haciendo mohines.
Los búhos son suaves y blanditos; ¡me encanta acariciarlos!, dice Fin, frotándose las manos.
Los halcones dan un poco de miedo, pero, si les das una oportunidad, son muy simpáticos también.
Parece que Fin verdaderamente adora a esas aves.