Cubierto de sangre, me tambaleé aturdido ante el Santuario Takietsu. Luego escuché un sonido diferente entre los rugidos de los monstruos.
¿Eh? ¿El ladrido de un perro? Parecía Snowy. ¿Qué está haciendo Snowy aquí en medio de la noche?
Repentinamente me acordé de Yoshiko llorando porque Snowy se había perdido.
Podría ser... No. No quiero que Snowy termine como yo...
He olvidado cuánto tiempo atrás la corriente me arrastró hasta esta isla. Había buscado la muerte después de perder mi tierra natal y a mi familia, pero Yoshiko y Keiko me cuidaron como si fueran mis propias hermanas. Finalmente encontré amigos por aquí, ¿y es así como les pago?
* Cuando completes la misión, lee este libro y repórtate.
Snowy... Esto podría ser lo último que haga por Yoshiko y Keiko.
Destruí todo, por lo tanto, no merezco ver la luz de la aurora de nuevo.
Entonces, Snowy, déjame ayudar por última vez a Yoshiko y a Keiko. Si no puedo salvarte, entonces sé tú mi salvación.
En la vida, siempre olvidamos aquello que verdaderamente deberíamos atesorar y lo descartamos por completo. Por el contrario, buscamos tesoros perdidos que posiblemente no existan. Tengan cuidado, ¡pues ese es el camino que conduce al mal
De repente, me di cuenta de cuán estúpida era la idea del Cuenco de la Abundancia. ¿Por qué se me había ocurrido que algo por el estilo realmente podría ser bueno?
Los perros demoníacos comenzaron a agruparse delante de mí. Había demasiados, pero Snowy estaba en el centro de ellos, quemándose con fuego demoníaco negro.
(Derrotas al Perro Demoníaco Nocturno. Es difícil creer que alguna vez fue un perro muy