Segunda Noche: Sombras Tenebrosas
Aunque había luna llena cuando llegué al Pantano Negro, no se veía la luz de la luna por ninguna parte. Mi amigo y yo caminamos por el pequeño sendero lleno de viento fantasmagórico y aullidos. No podíamos más que caminar de prisa mirando hacia abajo.
Generalmente tomábamos un poco para calentarnos, pero contaban que el Conejo Gomita Fango Negro atacaba a los viajantes borrachos en el lado norte del Pantano Podrido y les pintaba la cara, así que nos mantuvimos despiertos durante todo el camino.
- Después de completar la misión, lee este libro para cumplir tu mandato