“Ay, las hierbas que sembré no están creciendo bien últimamente”. Angelo se ve apenado.
“La culpa es de los Monstruos Floridos del bosque: ellos absorben los nutrientes de esas hierbas y las matan”.
“Por favor, destruye a las Flores Colmillos Feroces del oeste del laboratorio. ¡Hazlo por mí! Si esto me vuelve a suceder no podré soportarlo”.
“Al ver esas hierbas morir en el campo me sentí muy mal. Yo hice muchos esfuerzos al sembrarlas”.
“Si la cantidad de hierba almacenada no es suficiente, no podremos hacer pociones efectivas”. Angelo sacude su cabeza.