“En el bosque existe una misteriosa cueva de donde surgen extraños sonidos. Por eso la llamamos la Cueva del Eco”.
“Hemos instalado algunos instrumentos de medida en la cueva, para investigar el maná, pero, por razones desconocidas, las máquinas siempre resultan dañadas. Por el momento ni siquiera se las puede mover”.
“¿Podrías buscar algunos repuestos para mí? Después de todo, en el bosque es arduo conseguirlos”.
“Quienes patrullan el aserradero del suroeste seguramente disponen de repuestos regulares para mantenimiento. ¿Me traerías algunas piezas?”
Algo está dañando esas máquinas en Cueva del Eco, pero nunca descubrimos al culpable. Tal vez son solo ladrones, simplemente. Claro, no se robaron nada en realidad. Tal vez son ladrones ineptos.
¿Trajiste los componentes de mantenimiento de regreso?