Las Quimeras no son así desde que nacen. Algo les debe haber pasado para que tengan este cuerpo amorfo.
Aullan y chillan día y noche. Yo creo que sufren mucho, tanto por sus cuerpos mutados como por su falta de libertad.
¿Quieres ayudarme? Tenemos que darles el tiro de gracia a estas pobres bestias.
Al ver a esos pobres monstruos recordé cuando yo casi perdí la cabeza por culpa de cierto estúpido fanatismo nacionalista.
Si todavía tienes alguna duda, sé valiente y renuncia. Admitir que uno está comprometido a hacer algo que no quiere requiere valentía.