¿Así que eres el autor de tu propio destino?, dijo el viejo en tono irónico. No supiste cómo responderle.
Has nacido con el don de entender el lenguaje de los Sprites... He oído hablar de ti en algún lugar, %n%.
Tú eres un Mensajero de Sprite de Isla Siwa.
¡Para ejercitar tus talentos, ve a los bosques del norte! El pobre Cyerfu busca desesperadamente a alguien que lo asista.
“¿Entiendes mis palabras? ¿Eres un Mensajero de Sprite? ¡Fantástico!”. Cyerfu se ve muy animado.
“Soy un Sprite. Solía vivir en una antigua ciudad subterránea, en el antiguo palacio donde vivió Bodor, Rey de los Pastizales. Éramos sus vasallos”.
“Ser guardianes del palacio de Bodor es nuestra gloria”.
“Pero, un día, un grupo de monstruos de algún lugar nos atacó. Para protegernos, el jefe selló la ciudad entera. Y luego la abandonamos.
“En el camino nos encontramos con humanos perversos. Apresaron a nuestro jefe e insistieron en romper el sello”.